Hemos escogido un poema de Rosalía de Castro por dos motivos: estudiar la poesía del romanticismo forma parte del programa de nuestro curso, y querer resaltar la importancia de las mujeres escritoras, ya que en el currículum están invisibilizadas.
En primer lugar leímos el poema en voz alta practicando unas técnicas básicas de declamación, para dejarnos llevar por las primeras impresiones y anotar qué nos ha parecido el poema. Después volvimos a recitarlo, esta vez para detenernos en los personajes qué aparecen en el poema, así como para identificar cuál es el yo poético del texto (o el narrador lírico, para entendernos mejor).
En nuestro cuaderno de trabajo aventuramos a continuar la escritura del poema proponiendo cuál sería el mensaje de las plantas, los astros, las flores… hacia la protagonista ¿Qué le están diciendo?. Y un segundo ejercicio sería buscar otras identidades del yo poético. Cómo sería el poema si hablase en vez de una «loca» hablase: «un insecto llamando a su comunidad», «un pájaro solitario», «una ola gigante», «una nube sin forma»… etc.. En una segunda sesión hemos ido a un parque a la zona más frondosa a recitar de nuevo el poema, que sonaba muy diferente y más entrañable al aire libre. Allí hemos escuchado a la naturaleza y las fuentes, cada uno imaginando qué podrían decirnos. En general todos imaginábamos saludos y conversaciones de reconocimiento. Después hemos recogido materiales para nuestro collage. En la tercera sesión hemos realizado un collage mezclando elementos de la naturaleza, dibujos y recortes así como palabras inspiradas por el poema.
Collage